LESIONES DE HOMBRO EN DEPORTISTAS

Jeroni Roig: Fisioterapeuta y graduado en ciencias de la actividad física y del deporte. Realiza su labor como readaptador físico en un centro privado de fisioterapia (Fisiotur).

 

Pau Mas: Fisioterapeuta. Ha trabajado como fisioterapeuta en ámbito deportivo en Palma Futsal y CTEIB para los programas de gimnasia artística y lucha olímpica. Actualmente trabaja como fisioterapeuta en ámbito privado (Fisioplanet) y se iniciará como profesor asociado en el departamento de enfermería y fisioterapia (UIB).

 

 

De los deportes que se practican en la isla ¿Cuáles son los más susceptibles de tener lesión en el hombro?

 

Las lesiones más graves se dan en aquellos deportes que utilizan los hombros. Destacaríamos la gimnasia deportiva, como uno de los más exigentes para esta articulación, ya que los movimientos gimnásticos requieren mucha fuerza, al igual que la escalada. Los deportes acuáticos, como natación y piragüismo, debido a la acción cíclica de los brazos. Los deportes que implican lanzamientos y/o golpeos por encima de la cabeza, como sería el caso del tenis, pádel o balonmano, también concentran un gran número de pacientes. Por último, el éxito del crossfit ha hecho que vengan a consulta más gente con problemas de hombro. Estos deportes principalmente provocan lesiones por sobreuso, es decir por la acción repetida del gesto deportivo. Sin embargo, nos podemos encontrar, aunque en menor medida, lesiones traumáticas, que se producen principalmente ante una caída, como podría ser en ciclismo o rugby.

 

 

¿Qué tipos de lesiones son las que más nos podemos encontrar?

 

Las más frecuentes son por sobreuso, por tanto, las lesiones relacionadas con el manguito rotador suelen ser las más comunes. El hombro es una articulación muy inestable. Así como la cadera y la rodilla son articulaciones muy estables, ya sea por la forma de los huesos, como por todos los ligamentos que la cubren. Sin embargo en el caso del hombro, la escápula no cubre ni un 30% de la superficie de la cabeza humeral, por lo que necesita de mucha musculatura que envuelve la articulación para poder estabilizarla. Estos músculos se conocen como el manguito rotador, el más famoso el supraespinoso. Debido a su recorrido entre la cabeza humeral por abajo y el acromion por arriba, que es un espacio pequeño, muchas veces se acaba irritando. 

 

 

¿Cuál sería el tratamiento más adecuado para las lesiones traumáticas en el hombro?

 

Cuando la lesión es provocada por una caída o un golpe directo fuerte deberemos hacer una valoración y descartar que haya una lesión grave como podría ser una fractura ósea, en caso de una luxación esta se debe reducir y descartar que haya además una fractura con una radiografía. Este tipo de lesiones son las menos frecuentes aunque son las que hay que valorar la posibilidad de un tratamiento quirúrgico en los casos en que se crea que la fractura no va a consolidarse por sí misma.

 

 

La gran mayoría de las veces, el tratamiento conservador es el de predilección, en el que deberemos respetar los tiempos de curación a partir del tejido que se haya podido lesionar y progresar hacia el gesto deportivo de manera gradual. 

 

Este tipo de lesiones bien gestionadas con la ayuda de un fisioterapeuta no deberían presentar mayor problema que el de tener paciencia para respetar los tiempos de incorporación a la actividad deportiva.

 

 

¿Y para aquellas que están más relacionadas con la carga diaria en los entrenamientos?

 

Un buen control de la carga. Al cuerpo no le gustan los cambios bruscos de carga. Si nuestra práctica deportiva requiere mucho volumen de entrenamiento, lo ideal es ir progresivamente hacia ese volumen. Si le damos el tiempo necesario de recuperación después del entrenamiento el cuerpo se adaptará, y por tanto asimilará mejor el entrenamiento. Pero la clave está en controlar la carga, no pasarse en exceso ni tampoco no hacer nada, vendría a ser como una medicación, no podemos tomarnos el blíster de golpe ni tampoco una pastilla cada 2 semanas, tenemos que buscar la dosis adecuada.

 

 

¿Podemos prevenir las lesiones de hombro? y si podemos ¿cuál sería la mejor recomendación?

 

Las lesiones no se pueden prevenir al 100%, pero sí que podemos disminuir muchos factores de riesgo y disminuir las probabilidades de que se produzcan. El entrenamiento de fuerza es la mejor herramienta que tenemos para la prevención de lesiones. A través del entrenamiento de fuerza le damos más capacidad al hombro para hacer frente a las demandas que pueda tener. Sería como tener un coche con más caballos, aunque la velocidad de la carretera esté limitada a 120 km/h. Un coche con menos caballos iría más forzado a la misma velocidad.

 

Este entrenamiento debe ir enfocado a la musculatura más profunda. Debemos darle protagonismo al manguito rotador y no tanto al deltoides, que es el típico que se trabaja en el gimnasio con fines estéticos, ya que es el más voluminoso y el que le da forma al hombro. Sin embargo, una de las funciones del deltoides es subir la cabeza humeral, mientras que el manguito rotador la inferioriza, permitiendo generar mayor espacio subacromial.

 

 

¿Qué puede hacer un fisioterapeuta ante tales lesiones?

 

Lo primero, orientarlas según la gravedad y pronóstico así poder dar información de primera mano al paciente sobre cuáles serán los tiempos de recuperación y el camino más recomendado a seguir, dar esta información en la primera visita da mucha tranquilidad a los deportistas y confianza para afrontar la recuperación con menos complicaciones.

 

A partir de aquí se ofrece un tratamiento enfocado a disminuir la inflamación y el dolor, seguir con la mejora de la movilidad y fuerza analítica del hombro. Como última parte se trabajan los gestos específicos y situaciones reales en las que se va encontrar el deportista cuando vuelva a su actividad deportiva.

 

 

 

¿Qué dificultades como fisioterapeuta os podéis encontrar a la hora de rehabilitar un hombro en deportistas?

 

Sobre todo la adherencia al tratamiento y el control de cargas.  

 

En deportistas amateur el hecho de tener un trabajo activo que implique el hombro y que no pueda permitirse estar de baja hace que sea complicado gestionar las cargas fuera de la rehabilitación y que estos además tengan poco tiempo para dedicarle a los ejercicios planificados o los hagan con mucha fatiga acumulada. Hay gente que cuando ya no tiene dolor abandona el tratamiento, pero muchas veces acaban recayendo.

 

En deportistas de élite mucho más cumplidores el problema reside en respetar los tiempos de descanso, que no hagan de más por querer acelerar el proceso o se incorporen antes de lo que debieran a los entrenamientos y competiciones. Aquí como en muchas otras facetas de la vida más no es mejor.

 

 

¿Qué no puede faltar a la hora de rehabilitar una lesión en el hombro?

 

Como hemos comentado antes, el entrenamiento de fuerza como pilar de la rehabilitación, pero también es fundamental que el deportista se implique en la rehabilitación y sea constante a la hora de realizar los ejercicios.

 

Los ejercicios de fuerza serán innegociables, el tratamiento pasivo como la terapia manual o técnicas invasivas cobran menos importancia y son fácilmente sustituibles si se cumplen los descansos y las cargas pactadas.

 

 

¿Cuál es el mejor momento para volver a los entrenos o a la competición después de una lesión?

 

Las últimas etapas de la readaptación se mezclan con los entrenamientos. Para la vuelta a los entrenamientos “adaptados” el deportista tiene que tener unos buenos niveles de fuerza comparado con el hombro contrario y el rango de movimiento completo, aunque puede que siga teniendo dolor de una forma controlada en algunos ejercicios y después del entrenamiento.

 

De cara a la competición, se deben haber completado una serie de entrenamientos con éxito, sin dolor ni durante ni después del entrenamiento. Lo más importante de cara a una vuelta completa es que el deportista tenga unos altos niveles de confianza en sus capacidades.

26 de Septiembre de 2022

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