UNA MIRADA AL FUTURO ANALIZANDO LAS BASES PARA UNA BUENA PREVENCIÓN FISIOTERAPÉUTICA.

Silvia García del Castillo Guzmán

Fisioterapeuta diplomada en Escuela Universitaria Gimbernat (Promoción 1992-1995) Varios postgrados de los que cabría destacar: en fisioterapia del deporte y en columna vertebral (E. U. Gimbernat). Especialista en Pilates certificada en Polestar. Experiencia profesional: Hospital San Juan de Dios (Mallorca), Gimnasio Esther Vidal y Gimnasio Megasport.

 

¿Cómo te ha marcado la fisioterapia y porqué decidiste dedicarte a ella?

Fisioterapeuta de profesión y voluntaria de ONGs en espíritu. Mi pasión: ayudar a los demás, por eso que elegí la fisioterapia para darme al mundo. 

Mi base académica de fisioterapia unida al pilates me ha permitido ser autodidacta y desarrollar un sistema de trabajo enfocado hacia la rehabilitación funcional y, por tanto, hacia la activación de la musculatura profunda abdominal.

Al cuerpo se le debería enseñar a moverse desde edades tempranas y junto con el juego guiado, lo que nos permitiría prevenir futuras patologías del sistema musculoesquelético. Según mi opinión, deberíamos volver a nuestros orígenes, a lo básico, a lo sencillo, al autoconocimiento de nuestro cuerpo para poder cuidarlo al máximo y después no tener que rehabilitarlo. Por todo ello considero que, lo más importante es la prevención y en cuantos más ámbitos mejor, ¡porque mejores resultados tendremos!

¿A qué te refieres exactamente cuando hablas de ese autocuidado del organismo?

Autocuidado es sinónimo de salud y es un concepto muy amplio que, aun siendo muy obvio y del que llevamos oyendo hablar mucho tiempo, al final, no lo ponemos en práctica precisamente por el ritmo del día a día… yo le llamo ¡“vorágine diaria”! El foco lo solemos poner fuera de nosotros (hijos, trabajo, responsabilidades, autoexigencias…) y la consecuencia de todo eso se traduce en desconexión de nuestra esencia. 

“Detenerse” a pensar en lo que necesitamos realmente, detenerse a organizar nuestras horas del día para tener cubiertas nuestras necesidades básicas como seres humanos que somos, nos ayudaría a cuidarnos de verdad ya que, ahora mismo, vivimos en la cultura del “tener” y nos estamos olvidando del “ser”.

Llegados a este punto me parece oportuno nombrar los 5 pilares básicos del ser humano, para acabar desarrollando más el primero que es al que me dedico: 

1. FÍSICO: en el que podríamos identificar diferentes hábitos saludables como el ejercicio físico regular, una alimentación equilibrada (sustentada por una suplementación esencial básica de la que hablaremos más adelante y otra optativa según los déficits que se tengan), sueño reparador e hidratación (con agua… valga la redundancia) así como evitar sustancias que nos perjudican y realizar chequeos médicos preventivos.
2. EMOCIONAL: gestión de emociones, resiliencia, amor propio y autoestima.
3. MENTAL: aprendizaje constante, claridad mental y flexibilidad cognitiva.
4. SOCIAL: relaciones saludables, comunidad-sentido de pertenencia, empatía.
5. ESPIRITUAL (para quienes lo consideren relevante): propósito de vida, conexión trascendental, paz interior…

Entonces, tu aportación para el autocuidado está más enfocada en el pilar físico terapéutico, ¿verdad?

Mi aportación diaria en estos campos está enfocada al ejercicio físico terapéutico, una guía para que el movimiento respete la anatomía y fisiología del propio cuerpo y ayude a prevenir lesiones, contribuir a nuestra salud cerebral y, por tanto, apostar, como decía anteriormente, por tener una mayor calidad de vida futura y no sólo por los cambios que puedan verse a nivel estético.

Una vez acabada la carrera y desde el momento en el que Esther Vidal contó conmigo para abrir el gimnasio en 1996, me introduje en el pilates, donde vi la oportunidad de unificar lo que más me gustaba: la fisioterapia y el deporte. 

¿Crees que el beneficio que aportas a tus pacientes es simplemente por tu trabajo o hay factores añadidos que lo complementan?

A partir de ahí, (después de hacer varios cursos y posgrados de formación) empecé a crear mi propio sistema que me ha llevado al día de hoy, donde tengo la gran suerte de tener mi propio centro, Saya Estudio, ubicado en Palma, un enclave privilegiado, rodeado de naturaleza, caballos, luz natural y muy buena energía.

¿Qué técnicas utilizas para conseguir tus objetivos terapéuticos?

Trabajo individualmente y con grupos en sesiones de pilates suelo y pilates máquinas. siempre recomiendo que se mezclen actividades y se cubran las necesidades de fuerza, flexibilidad y cardiovasculares para estar realmente en forma.

La vida debería ser un equilibrio y eso es lo que promuevo… no todo debería ser pilates, pero sí lo considero como una disciplina que sirve de base para cualquier otra actividad que requiera un gran desafío de fuerza y postura (por ejemplo, las clases de cross fit, hyrox, funcionales etc.)

Es importante aprender a activar la musculatura profunda, concretamente el core o faja abdominal ya que es el “centro” de nuestro cuerpo y el que debería ser utilizado como estabilizador a la hora de movilizar nuestras extremidades, tanto piernas como brazos.

Tener un cierto control postural y fuerza en nuestro core nos beneficiará a la hora de disociar (movilizar una parte del cuerpo, la que nos interesa, manteniendo estabilizadas las de alrededor para evitar hipermovilidad articular y, por tanto, evitar lesiones) los movimientos que hagamos con el cuerpo permitiendo que la musculatura se involucre correctamente evitando que algunos grupos musculares se sobrecarguen en exceso y otros queden en el olvido.

¿Qué le has encontrado al pilates como punto diferenciador con respecto a otras herramientas de ejercicio físico?

El pilates, desde su posición básica, permite esa activación de la musculatura profunda abdominal, permite esa “comunicación interna” (gracias a las fascias musculares) y encuentra el equilibrio entre la fuerza y la flexibilidad necesaria para que el cuerpo actúe como “un todo”, como una máquina con excelentes engranajes y además es la responsable de la efectividad de los ejercicios ya que permite tener un punto de unión entre los extremos del cuerpo y el centro.

Dicha posición básica tiene que ver con activar , a través de la respiración, el movimiento consciente de nuestras costillas y nuestros omóplatos los cuales deberían llevar una dirección de contracción en triángulo invertido (hacia abajo y hacia adentro) equilibrando así las fuerzas hechas por delante y por detrás del cuerpo, a su vez, se debería activar el suelo pélvico, desde los propios esfínteres, añadiendo una succión hacia la cabeza ( como si tuviéramos un tubo hueco a nivel interno y esos esfínteres tuvieran que ascender hacia arriba) la cual genera una presión a nivel abdominal que nos protege por generar un efecto de  cámara hidroaérea. Para complementar su efectividad, habría que añadir la elongación axial (desde el cogote) como si la cabeza tuviera que despegarse de los hombros y por último, ejercer una presión entre ambos talones para cerrar así un círculo de energía que debería fluir por todo el cuerpo. La idea sería mantener unidos esos 3 puntos estratégicos de acumulación fascial (plantas de los pies, zona toracolumbar y zona occipital) que unen los extremos del cuerpo con nuestro centro facilitando así la comunicación y la efectividad de contracción de nuestros músculos.

En conclusión, tener en cuenta esta posición básica siempre que nos veamos sometidos a un esfuerzo físico, del tipo que sea, nos va a permitir tener un mayor control y conciencia de nuestro cuerpo, lo cual, unido a otros principios importantes como la respiración, la disociación, la integración, la armonía, el equilibrio... nos va a permitir conseguir unos cimientos muy estables sobre el que construir un edificio sin que se derrumbe fácilmente.

Aunque sean evidentes las diferencias entre el pilates suelo y el pilates máquina, ¿podrías darnos algunos detalles más específicos para aquellas personas que desconozcan dicha actividad?

Haciendo referencia al tipo de máquinas y a su funcionamiento, decir que hay cuatro diferentes: cadillac, reformer, silla y barril, las cuales permiten desarrollar infinidad de ejercicios contra resistencia ya que cuentan con muelles de diferentes intensidades ( a excepción del barril que se usa contra la resistencia del propio cuerpo o para estirar)  y cuyo uso lo irá determinando el fisioterapeuta para que el paciente pueda ir adaptándose a los límites de su patología y a su nivel de fuerza y flexibilidad que tenga en ese momento indistintamente de si  se está haciendo una sesión individual o colectiva. La idea sería ir aumentando esas dos cualidades físicas según el nivel físico y ritmo que permita cada individuo ya que habrá otros factores que puedan condicionar su progresión en la rehabilitación como pueda ser:  edad, la falta de coordinación, patologías asociadas, falta de conciencia corporal, falta de atención, etc.

En Saya Estudio se hace una valoración inicial (historia clínica) a nivel individual que permite determinar si el paciente está preparado para empezar la rehabilitación en grupo o debe seguir a nivel individual.

Y para acabar, ¿por qué hablas de la necesidad de suplementarse para estar mejor?

Paralelamente y con la idea de querer abordar la salud física desde otros ángulos y hacerla más integrativa, combino la rehabilitación con suplementación básica y natural que me facilita un laboratorio sueco. 

El organismo necesita una serie de nutrientes esenciales (los necesita, pero no autoproduce) que no puede conseguir fácilmente a través de la alimentación debido a una materia prima “pobre y debilitada” como consecuencia de la cantidad de metales pesados, insecticidas, pesticidas, etc., que encontramos en ellos.

Además de dicha suplementación, la gran suerte que he tenido es encontrar, en un laboratorio noruego, una prueba objetiva, un test en sangre seca, que me permite identificar y tener un valor de referencia real y medible de la inflamación que tienen mis pacientes al llegar al estudio lo cual me permite disminuir el tiempo de recuperación de las lesiones que cursan con esta respuesta desproporcionada del organismo, así como mejores resultados ya que se evitan recidivas.

Al final, abordar el tratamiento desde el interior y no sólo desde el exterior, me permite llevar a cabo la prevención en la que tanto confío y que quería compartir con vosotros.

24 de Febrero de 2025